El gran V10 que vimos en la anterior generación del BMW M5 y BMW M6, milagrosamente, cabe en el vano del pequeño Serie 1 M Coupé. Este cartucho de dinamita rodante fue visto en Nürburgring, donde deja clara su condición de lobo con piel de cordero.
No es precisamente ausencia de potencia lo que ofrece este coche con su motor original de seis cilindros en línea, pero después del swap se ha convertido en una auténtica bestia de diez cilindros. El motor está conectado a una caja de cambios SMG, como ya sucediera en los M5 y M6, por lo que el sistema de propulsión es básicamente el mismo que en esos dos coches. La diferencia más grande está en el tamaño y el peso. Como mínimo, debe tener los 500 cv que el motor tiene de serie, aunque tampoco nos extrañaría demasiado que hubieran potenciado algo el V10. ¡Con toda esa potencia en el tren trasero del Serie 1 debe ser un reto conducir por el Infierno Verde con el asfalto húmedo!
