Los asiáticos ricos y jóvenes tienen una clara predilcción hacia los coches europeos. Aparte de los muchísimos Nissans, Toyotas o Hondas tuneados, existe un amplio mercado de coches de lujo importados, que en Japón significan un alto estatus social. El dueño de este Lamborghini ha decidido dejar bien claro qué coche conduce a aquellos que lo miren.
Las pegatinas son algo que vemos a menudo, especialmente cuando el coche pertenece a alguien de menos de 30 años. Cuando conduces un Lamborghini Murciélago LP640 es bastante obvio lo que llevas entre manos, pero con esa decoración a juego con los frenos y el interior ni el más inexperto tendrá dudas. No es tan novedoso y llamativo como el Aventador LP700-4, pero los años pasan muy bien por el Murciélago y se mantiene impresionante entre el tráfico de cualquier ciudad. Este ejemplar en concreto con esas pegatinas captará toda la atención de la capital japonesa, Tokyo.
