En uno de los días más húmedos de la primavera tuvo lugar la BMW Driving Experience en el Circuito de Zandvoort. Estábamos listos para conocer a siete BMW M5 F10 y a los neumáticos que los agarraban al suelo. En este caso, los M5 F10 estaban equipados con Michelin Pilot Super Sports. Estos neumáticos están diseñados para ese tipo de coches y ofrecen un manejo perfecto.
El neumático bicompuesto consiste en una mezcla de dos tipos de goma. Una se ocupa de las superficies secas, y la otra está diseñada para superficies húmedas o mojadas. Obviamente, esta última iba a ser muy importante el día de la prueba. La lluvia ni cesaba y pudimos notar con rapidez que los Super Sports eran relativamente buenos. La sensación no era tan mala como cuando pilotas con semi slicks, y el coche siempre buscaba más tracción, especialmente con el control de tracción apagado. Pero no olvidemos que son 560 los caballos de potencia que el M5 transmite al tren posterior. Cuando probamos este coche hace más de un año, hacía buen tiempo, por lo que eso nunca fue un problema. Sin duda, el pavimento resbaladizo de la escuela de conducción nos hizo este reencuentro con el M5 F10 mucho más divertido. Cuanta más agua se acumulaba, más fácil era notar las reacciones del coche, y más sencillo se hacía cruzarlo, ya que con un pequeño toque de gas el eje trasero quería adelantarte.
Después de adaptarnos al coche en un pequeño entrenamiento, llegó la hora de entrar en el circuito. Primero entramos con unos BMW Serie 1 en hilera, y al tener montados unos malos neumáticos a penas pudimos disfrutar de ellos. Más tarde volvimos a los M5 con sus Michelin. ¡Vaya diferencia! Hemos comprobado que es un coche excepcional con el que incluso en un día lluvioso puedes disfrutar de un grip interminable en cualquier circuito y después volver a casa tranquilamente en el mismo coche que antes quería cambiar de sitio todos tus órganos. ¡Es excepcional!
