Este es el primer coche híbrido de Ferrari, con 6.3 litros V12 y 800 CV, rematado con un motor eléctrico de 163 CV alimentado directamente en el eje trasero, se presenta como edición limitada solo para 499 clientes. Para poner estas cifras en perspectiva, el Ferrari Enzo poseía 670 CV, incluso el McLaren P1 sólo consigue reunir 910 CV. Es como un toro atado a un misil, acelera 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos, y de 0 a 200 en 15 segundos, con una velocidad máxima de 350 km/h. La aceleración se siente en el límite del dolor, pero muy, muy adictiva. La batería se encuentra en el suelo detrás de los asientos, y se recarga por una combinación de frenado regenerativo, que Ferrari dice que aumenta espectacularmente la eficiencia comparado a lo que otros híbridos ofrecen.
El exceso de alimentación del V12, se envía a través de un segundo motor, que también puede funcionar como un alternador gigante. Ferrari afirma que la batería nunca se acabará en condiciones del mundo real, ya sea en la carretera o en la pista. La única forma en que podría agotarse sería ir a la pista de Nardo de 20km a su velocidad máxima de 350 km/h vuelta tras vuelta. El motor de gasolina y el motor eléctrico trabajan juntos en cada situación, de ahí que las emisiones sean de 330g/km de CO2. Posee alta tecnología aeronáutica, en la parte trasera hay un gran alerón escondido en reposo, pero desplegado cuando se necesita apoyo aerodinámico. Este alerón está permanentemente ligado a las aletas en el difusor, y ambos son operados por el mismo accionador. Juntos, dan 50kg de carga aerodinámica en el modo de baja resistencia a 206 km/ h, pero 230kg en modo deportivo. Los flaps ayudan a mantener el equilibrio aerodinámico, moviendo su posición en respuesta a los cambios con el kit aerodinámico trasero. Todo esto es manejado por computadoras, lo cual es bueno, porque cuando usted está conduciendo un coche con 963 CV de potencia, desea ser mantener ambas manos en el volante. Es un coche fácil de conducir, pero también es fácil llegar a ser adicto a la velocidad. El piloto de pruebas de Ferrari dice “LaFerrari tiene mucho menos carga aerodinámica, llega al final de la recta de boxes en Fiorano casi tan rápido como un coche de F1. LaFerrari resulta ser tan manejable como su hermanito el 458. Es más grande, sin duda, y la visibilidad no es tan buena. Las encantadores antenas de insecto que hacen la función de espejos crean un punto ciego en las rotondas. La tracción de LaFerrari es sorprendente y una de las mayores sorpresas es la dirección, la cual no es siempre un rasgo destacado Ferrari, pero es este caso es inmejorable. Es difícil no dejarse llevar cuando se presenta un coche tan rápido como este, LaFerrari es una obra maestra.