Una vez más, Gumpert se declara en bancarrota y la historia parece que acaba aquí. Después de volver a empezar, la empresa no ha podido mantenerse y ya no habrá nuevas versiones espectaculares del Apollo. El pasado jueves se tomó la decisión definitiva y Gumpert no seguirá adelante, salvo que aparezca un nuevo inversor con ganas de dejar su dinero en esta empresa.
El Gumpert Apollo siempre ha sido un coche extremo. Quizá demasiado para tener un público muy extenso, ya que sus ventas no han sido suficientes para proporcionar beneficios. En marzo encontraron un inversor con el que desarrollaron un modelo nuevo, pero que no se ha llegado a construir, y el resultado es una deuda de 1.7 millones de euros por parte de Gumpert. Quien piense que la deuda es factible para salvar a esta empresa y devolverla al mercado será un auténtico héroe, ¡y esperamos que alguien esté tan loco para hacerlo!
