Después de que Mercedes-Benz decidiera renovar la gama AMG de la Clase G, sustituyendo el antiguo 55 AMG por los 63 y 65 AMG, han llegado numerosas unidades a nuestra base de datos, especialmente alemanes o de países de Europa del Este como Ucrania, Polonia o Eslovaquia. Recientemente ha sido avistado el primer G 63 AMG 2012 español. ¡Esperamos que el primero de muchos!
La Clase G de Mercedes-Benz no fue creada pensando en las prestaciones en carretera, sino fuera de ella. A finales de los años 70 el G llegaba al mercado para posicionarse como uno de los mejores todoterreno, y desde entonces su esencia ha cambiado muy poco, al igual que su estética. La preparadora oficial de Mercedes-Benz, AMG, le metió mano por primera vez a este modelo en el año 1995 cuando a partir de un G 320 de 210 cv hicieron el G 36 AMG, con 272 cv. Más tarde AMG dio el paso de preparar el motor del G 500 a los clientes que así lo pidieran, y nació el G 55 AMG. En 2004 el todoterreno alemán renueva su gama AMG, montando la mecánica del resto de los 55 AMG, por lo que la potencia ya ascendia a 476 cv. Un pequeño lavado de cara ascendió la cifra a 507, y desde hace unos meses tenemos los G 63 AMG y G 65 AMG con 544 y 612 cv respectivamente. Lo que fue un todoterreno diseñado para poder salvar tramos off-road con solvencia hace más de 30 años, a día de hoy es casi tan tápido como deportivos de la talla del BMW M3 E92 o el Jaguar XKR con casi el mismo diseño que hace tres décadas, con todos los lujos y conservando parte de sus aptitudes cuando el terreno se complica.
Evidentemente, el precio de esta joya de la automoción es bastante elevado. Quizá el modelo tope de gama esté más enfocado en el mercado de Europa del Este y Oriente Medio por su elevado precio, pero el G 63 AMG es un producto muy completo. Cómodo, rápido, amplio, exclusivo, funcional, muy bonito y con un precio razonable. Para comprar uno en España debemos desembolsar un mínimo de 157.000 € por el G 63 AMG y 300.000 € por el G 65 AMG.
