Los coches deportivos ofrecen unas espectaculares prestaciones y sensaciones, pero hay que tener claro el peligro que conlleva sacarles todo el partido. Cuando circulas a 300 km/h, lo último que esperas es un contratiempo, y eso es lo que le ocurrió al conductor de este Ferrari. Notó un ruido extraño, y antes de que pudiera aminorar la marcha escuchó otro golpe seco. Entonces perdió el control del vehículo, que había sufrido un reventón. Milagrosamente, los ocupantes del coche salvaron su vida y todo quedó en un susto muy caro.
Ocurrió en la autopista A7 alemana, a la altura de Hannover-Sud. La pesadilla tuvo que ser bastante larga para el conductor del Ferrari F430 Scuderia, ya que desde que la rueda reventó hasta la detención total del deportivo pasaron muchos agonizantes segundos en los que el coche chocó varias veces contra las protecciones. Nos podría dar pena ver un coche tan exclusivo en esas condiciones, pero pensar que esos daños han servido para salvar la vida de sus ocupantes debería ser motivo suficiente para alegrarnos. Durante varias horas la carretera estuvo cerrada para limpiar los restos esparcidos por el asfalto.
