China nos ha dejado claro que los Porsches son los coches perfectos para destacar, con algunas modificaciones. Casi todos tienen algo que los distingue de los ejemplares que acaban de salir de la fábrica. Este 997 Turbo S es un ejemplo brillante, literalmente.
Vemos coches cromados relativa frecuencia. Algunos de ellos tienen detalles rojos o negros en el vinilado, pero no siempre el resultado es satisfactorio. Hay ciertas decoraciones que necesitan ser vistas en persona para poder opinar si quedan bien o mal. Este Porsche debe ser para aquellos que lo ven pasar como un rayo, ya que el coche será un rápido destello que, de haber un sol resplandeciente, podría hasta molestarnos a la vista. Los 550 cv que se transmiten a las cuatro ruedas son capaces de proporcionarle una aceleración épica, que sólo se verá superada por el 991 Turbo S.
