V10, 560 cv y tracción total. Buen sonido, potencia de sobra y una bestia en las curvas. ¡Sí señor!, ¡así es el Lamborghini Gallardo LP560-4 2013! ¡En Autogespot hemos probado el nuevo Gallardo y aquí tenéis el reportaje!
El Gallardo LP560-4 2013 no ha sido el coche que nos lo ha puesto más fácil a la hora de probarlo. Al no haber llegado aún la red de concesionarios de Holanda, nuestros compañeros de Autogespot.nl tuviero que acudir a Lamborghini Italia para llevar a cabo esta prueba. El ejemplar que nos cedió la empresa italiana era amarillo con las características llantas plateadas y negras. El interior combinaba el negro con el amarillo, creando el mismo contraste en la carrocería exterior como en el interior del habitáculo, algo que combinado con el excepcional sonido del V10 es brutal. Nunca antes nos habíamos sentido tan en el centro de atención hasta que condujimos este coche.
Hace dos semanas este Lamborghini amarillo estaba en Bruselas esperándonos para pasar dos días de trabajo duro, ¿o tal vez para hacernos tener dos días de trabajo duro? Antes de probarlo no teníamos muy claro cuál de las dos opciones se acabaría imponiendo, pero lo descubrirás a lo largo de esta prueba. Lo primero que notamos es que el maletero era bastante limitado, por lo que el viaje de vuelta a Holanda no sería tan fácil como pensamos. Después de jugar un poco al tetris con el equipaje, empezó la lucha con el toro italiano. Desde el primer momento supimos que serían dos días de miradas, ya que este deportivo realmente no pasa desapercibido. Si el cometido es no llamar la atención, en este coche fallan el color, el sonido y el diseño. Los nuevos parachoques del Gallardo impresionaron a todos desde su presentación en París el año pasado. Y aunque las reacciones fueron bastante negativas, al mirarlo más detenidamente empiezas a acostumbrarte a este nuevo diseño y la opinión va cambiando. A pesar de eso, hay mucha gente que sigue prefiriendo la versión pre-restyling.
El interior no ha cambiado en todos estos años, y es donde más se nota la larga vida del Gallardo. Los pomos dejan clara su edad. Ya es hora de que el Cabrera aparezca y remplace al modelo más exitoso de la historia de Lamborghini. Uno de los aspectos que esperamos que el Cabrera mejore con respecto al Gallardo es el espacio interior, ya que parece que el Gallardo está diseñado para personas de poca estatura. Nuestro fotógrafo no es precisamente una persona pequeña, y con sus más de dos metros de altura le resultaba casi imposible adoptar una posición cómoda en la que la cabeza no estuviera en contacto con el techo, que por suerte estaba tapizado con un cuero muy suave, o en la que las rodillas se clavaran en la guantera. La posición de conducción deportiva se combina con unos asientos tipo báquet, por lo que la primera lucha contra el deportivo italiano la perdimos. Después de dos horas en esa complicada posición la espalda empezaba a pedir un respido, así que paramos a estirar las piernas. Y ahora que ya hemos hablado del mayor inconveniente del Gallardo, es tiempo de contar las muchas ventajas que tiene y cómo puede compensar la gran contra.
Ventajas: Empecemos con el V10, que ya tiene unos diez años. Con sólo escucharlo, el corazón de cualquier amante del motor empieza a latir con más intensidad. Los motores V10 son famosos por producir un espectacular sonido. Todos sabemos cómo suenan el Porsche Carrera GT, el Lexus LF-A, el BMW M5 E60 y por último, que no peor, el Lamborghini Gallardo. El rugido de un V10 es sencillamente impresionante, y seleccionando el modo "Corsa" se siente especialmente en su salsa, casi obligándote a apretar el acelerador para que las revoluciones se disparen. Ese sonido te hace hasta olvidar el consumo de combustible. Los 560 cv de este motor hacen que el Gallardo acelere hasta el centenar de kilómetros por hora en 3.4 segundos, además de impulsarlo hasta una velocidad de 325 km/h.
Cuanto más piensas en él, más te enamorarás del Gallardo. Esta bestia italiana no se puede describir con simples palabras, necesitas sentirlo tú mismo para comprenderlo. Ya habíamos probado un Gallardo antes en el circuito de Spa-Francorchamps, pero con una prueba tan corta no tienes tiempo de disfrutar de todo lo que un coche así engloba, aún habiendo sido un Gallardo Spyder aquella vez. En esta ocasión hemos tenido el coche durante dos días completos, lo que nos ha dado la oportunidad de hacer un examen a fondo y progresivo, además de conocer sus límites con más efectividad paso a paso, desde el modo normal, hasta el modo "Corsa".
Lo que te hace sentir el Gallardo cuando sueltas el acelerador en una curva es similar a haber tenido un accidente. Pero eso se soluciona manteniéndolo pisado. A diferencia de otros coches que perderían la tracción o se saldrían de la trazada, el Gallardo te empuja hacia la siguiente curva con gran eficiencia, porque no sólo la tracción total funciona a la perfección sino que también la dirección es muy precisa y comunicativa. Nunca habíamos conducido un coche con una dirección tan buena y todo eso hace que se haya ganado el título de coche realmente deportivo.
Hablar de precios en coches de este tipo no es demasiado relevante, ya que lo que menos importa para sus clientes es el dinero, siempre que se mantenga a un nivel lógico. El precio para este nuevo Gallardo empieza en 258.000 €, con lo que comprarás un fabuloso V10, un manejo preciso y sensacional, y un auténtico rompecuellos que no lo supera ni un coche rosa. El nuevo modelo, el Cabrera, probablemente se presente al mundo en el IAA de Frankfurt, y apuntará a metas más altas e intentará desafiar las leyes de la naturaleza. Esperamos que el V10 sea una evolución del que lleva el Gallardo para que siga manteniendo uno de los mejores sonidos del mundo del automóvil. Este Gallardo es un coche antiguo con chaqueta nueva, pero aguantará perfectamente hasta que el Cabrera inunde los concesionarios. Diez años después de que lo conociéramos, pronto llegará la hora de darle el adiós y darle la bienvenida al nuevo Lamborghini, que mantendrá muchas similitudes con el Audi R8.
Fotos de Adam Van Noort
Fotos de Sjors Massar
