Prueba: BMW M6 Cabriolet F12

Prueba: BMW M6 Cabriolet F12

Con el estruendo del escape, condujimos este coche por Rotterdam. El V8 biturbo proporciona una potencia increíble sea cual sea la temperatura, y a veces escapa junto a los gases un poco de gasolina que genera un petardeo capaz de asustar a la mayoría de la gente de alrededor, parece que el motor hubiera explotado. La mayoría de las personas miran al BMW M6 Cabriolet F12 sabiendo que es un gran coche, pero desconocen que el V8 que hay bajo el capó es un monstruo.


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Con la capota escondida el M6 se muestra mucho mejor. La capota negra de lona es puramente funcional y su uso es esquivar la lluvia. Incluso en invierno es agradable circular con el cielo como techo, siempre que el tiempo lo permita. La calefacción puede mantener el habitáculo caliente sin ningún problema. Echando un ojo al interior, encontramos lo que esperábamos. El interior de la Serie 1, Serie 3, Serie 5 y Serie 7 de los BMW es muy similar, y la Serie 6 sigue el mismo patrón. Todo bordado y un panel muy parecido al del resto de modelos. Lo primero que llama la atención es una pantalla gigante en el centro que nos proporciona toda la información que necesitemos acerca de la conducción. Bajando la mirada encontramos los controles del aire acondicionado, la radio y la calefacción de los asientos, y un poco más abajo llegamos a la palanca de cambio. Un stick un poco travieso que nos puede proporcionar unas sensaciones de infarto. A su derecha tenemos los botones para activar el control de estabilidad. Visto eso, es hora de poner las manos sobre el volante. Éste es de cuero y tiene un tacto muy agradable, e incluso cuando las cosas se ponen más difíciles es fácil mantener el control del coche. La dirección es tan buena que incita a conducir siempre con las dos manos agarrando el volante, como debe ser.



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Es hora de hablar de la mecánica. El V8 que lleva el M6 cuenta con 560 cv y 680 nm producidos por esos ocho cilindros y sus dos turbocompresores. Ponemos la palanca de cambios en la posición D y notamos que la caja de cambios de 7 velocidades cumple su propósito. Ahora no tenemos un coche radical y peligroso, sino un turismo con el que se antoja dar un paseo sereno y tranquilo. Cuando se pisa a fondo el acelerador es cuando el M6 se convierte en una bestia. Los turbos soplan con fuerza y el BMW se impulsa desde parado hasta los 100 km/h en sólo 4.3 segundos. Además los sistemas de seguridad son muy precisos y hacen que hasta una aceleración tan brutal se haga de forma segura manteniendo la trayectoria recta. Sólo cuando desconectamos los sistemas de seguridad este coche logra hacernos sudar. Es fácil forzar al M6 a que se vaya de lado, especialmente cuando el pavimento está mojado, y aunque es muy divertido manejar el sobreviraje no es muy efectivo de cara al tiempo que puede tardar en rodar en un circuito. El M6 Cabriolet pesa algo más de 2000 kg, por lo que recomendamos que se añada a la configuración los frenos cerámicos opcionales que ofrece BMW para este modelo. 



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Pero el peso de el M6 Cabriolet no hace que la experiencia a los mandos de este coche sea decepcionante en absoluto. Como hemos dicho el coche avanza a toda potencia como si lo hiciera sobre unas vías. Con unos neumáticos anchos y unas llantas de 20 pulgadas el BMW toma las curvas con una precisión tremenda, y nos proporciona unas sensaciones excelentes. Seleccionando el modo Sport disfrutarás del coche en todo su esplendor. Capota guardada, configuración deportiva y... ¡Wow! Si el placer pudiera medirse, este coche podría llegar al 10 fácilmente. ¿Cómo puede ser que un coche de 2000 kg ofrezca esas sensaciones al tomar una curva? Un buen ejemplo del trabajo de los ingenieros de BMW. 



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Llegamos al punto final y es donde hay que plantearse si realmente merece la pena desembolsar lo que cuesta el BMW. Tanto si es para todos los días, como si es como tercer o cuarto coche usado los fines de semana, pensamos que sí. Evidentemente es un gasto enorme, la uniad que probamos costó 181.763 € (en Holanda). El extra más caro fue el interior completamente de cuero. Es un coche genial, y el BMW M6 Cabriolet F12 es un dinero bien gastado ya que además de funcional e impresionantemente potente, tiene un acabado perfecto tanto interior como exterior. Además es una delicia para la vista, y para el oído.



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