El sábado 8 de junio no fue un sábado cualquiera para Filip Kovacic. Lo que empezaba siendo un día normal avistando en Lucerna, Suiza, se convirtió en una sesión de fotos a tres coches espectaculares. A las 17:00 quedó con el dueño de estas tres maravillas y después de probar los coches un rato, se acercaron a una base militar cercana a la localidad de Emmen para comenzar la sesión.
El primero de los tres coches es el toro rabioso. Se trata de un Lamborghini Murciélago LP640 Le Mans. La pintura naranja y las líneas negras que recorren la carrocería crean una imagen espectacular sobre el deportivo italiano. El interior va a juego con el exterior, con unos asientos de cuero naranja y el salpicadero negro. Los 640 cv le sirven para acelerar en 3.3 segundos hasta 100 km/h y tener una velocidad máxima de 356 km/h.
Por otro lado, está el caballo rojo. No es un F430 cualquiera, sino que este Ferrari F430 Spider está preparado por Novitec Rosso y tiene una potencia máxima de 530 cv. Exteriormente podemos ver las llantas Novitec, pero lo más importante de esta preparación está en el motor y en el alarido del sistema de escape. Al escuchar el bramido del V8 que tienes a la espalda notas por qué Ferrari tiene tanto éxito.
El tercer y último coche, colocado en el centro en las imágenes, es el Mercedes-Benz E 63 AMG. Con sólo 5 cv menos que el Ferrari, es una auténtica bestia. Cuando las revoluciones suben parece que se desate una guerra entre los 525 cv de su motor, ya que el sonido es épico. Con sus cuatro puertas bien puede parecer un coche familiar, pero es mucho más que eso. Tan útil como cualquier otra berlina de ese tamaño, pero sin dejar de lado su caracter alocado con un trato agresivo si se le exige. El color blanco además ayuda a que reluzcan sus detalles exclusivos y se distinga su poderío. Tarda casi un segundo más que el Lamborghini en alcanzar los 100 km/h, pero su velocidad máxima ni se acerca a la del Murciélago, quedándose en 250 km/h.
