Para poder disfrutar de las prestaciones de los deportivos exclusivos, lo más sensato es ir a un circuito para no poner en peligro a nadie. Lo malo es que no siempre el circuito más cercano tiene las escapatorias de adena que nos gustaría encontrarnos cuando perdemos el control. Eso le pasó al propietario de este Bugatti Veyron, que acabó colisionando contra los neumáticos que preceden al muro.
Ocurrió en el circuito Firebird Raceway International, en el estado de Arizona, Estados Unidos, donde parece que el Bugatti no pudo mantener la trayectoria de la curva e hizo un recto, acabando estampado contra la protección y con algunos daños. La reparación de un coche como este nunca es barata, podría haber sido mucho peor si los neumáticos de protección no hubieran estado ahí y hubiera chocado directamente contra el muro.
