Los Mercedes-Benz especiales de la posguerra, esos grandes desconocidos. A pesar de ello, o tal vez exactamente por eso, algunos coleccionistas obstinados pagan varios millones de euros por estas ediciones raras o especiales, como el Mercedes-Benz 540K. El motivo por el que hablamos de estos coches es que ha sido avistado uno recientemente. Ha costado aproximadamente 77 años, ¡pero finalmente este coche está inmortalizado en Autogespot! Es una verdadera reliquia, porque además de su antigüedad y su belleza, es uno de los Mercedes más exclusivos de todos los tiempos.
Olvidad los Black Series, olvidad todo lo que el mercado actual ofrece. Para los puristas de Mercedes-Benz este es el más apasionante que se haya construido. Su nacimiento tuvo lugar en 1936, 77 años antes de escribir estas palabras. Este coche era el súmmum de lo que Mercedes-Benz podía ofrecer a sus clientes, por lo que en aquella época era un vehículo carísimo. Según ha pasado el tiempo su valor sólo ha aumentado, y en la actualidad un coche así se vendería por varios millones. Probablemente este ejemplar haya sido durante un tiempo una pieza de museo o coleccionista. El año pasado vimos algo muy similar, un Mercedes-Benz 540K Autobahnkurrier con matrícula histórica alemana. Otro avistamiento destacable de la posguerra fue el Mercedes-Benz 500K, esta vez en Mónaco, y aunque sea un poco menos exclusivo también podemos decir que es un avistamiento excelente.
En estos 77 años el mundo del automóvil ha evolucionado de una manera significativa. En este coche en particular puedes acelerar hasta los 100 km/h en unos 16 segundos, lo que en su época eran unos números espectaculares. Su velocidad máxima de 160.9 km/h también le sirvió para hacerse un hueco en el selecto club de los poquísimos coches que superaban las 100 millas por hora. Hoy en día cualquier coche urbano es capaz de circular a una velocidad más elevada, pero entonces eran unas características extraordinarias para un vehículo.
Estar al volante de un coche así te transporta de inmediato a los años 30, sabiendo que no vas a cruzarte con algo más bello ni exclusivo que el vehículo que estás conduciendo. Además del lujo y la hermosura que rebosa, este coche también fue innovador. Hace casi 80 años aún quedaba mucho por inventar, y en esa época un coche que tuviera una suspensión independiente para cada rueda era algo casi insólito, al igual que una caja de cambios de cuatro velocidades, algo que llevaban de serie todos los 540K ya que fueron diseñadas específicamente para este modelo. La idea de montar un motor V8 a los Mercedes-Benz más exclusivos también tiene origen en esta época. Su motor de cinco litros producía unos 120 cv, aunque sus ocho cilindros todavía no estaban posicionados en V. Esos interminables capós no eran una tendencia en diseño hace tantos años, sino que eran obligatorios para albergar un inmenso motor de ocho cilindros en línea.
Si te has emocionado con este coche y quieres verlo en persona, te recomendamos que hagas una visita al Mercedes-Benz Museum en Stuttgart, Alemania, ya que la probabilidad de encontrar una pieza así en la calle es ínfima. Una pena para todos los amantes del motor, y de los coches clásicos en especial.
